115 Años de la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile: Un Legado de Fuego y Espíritu
Hoy, la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile conmemora 115 años desde su fundación, recordando con gratitud el gran avivamiento espiritual que marcó el inicio del movimiento pentecostal en el país. Este aniversario nos invita a mirar atrás, hacia los primeros días de fe, y a celebrar la obra poderosa del Espíritu Santo, cuyo impacto sigue vivo hasta hoy.
El Avivamiento de 1909: El Espíritu Santo Se Derrama Sobre Chile
La historia de la IMP tiene su raíz en un poderoso mover de Dios ocurrido en 1909 en la Primera Iglesia Metodista de Valparaíso. Bajo el liderazgo del pastor estadounidense Willis Collins Hoover, se produjo un avivamiento que cambiaría para siempre la faz del cristianismo en Chile. Durante un estudio bíblico, un hermano hizo una pregunta que resonaría profundamente: "¿Qué impide que esto suceda hoy?". Esa pregunta, acompañada de una búsqueda ferviente de la presencia del Espíritu Santo, desató una serie de eventos extraordinarios: sanidades, visiones, y una renovada pasión por el evangelio llenaron los corazones de los creyentes.
A lo largo de las semanas siguientes, la presencia del Espíritu Santo se manifestó de manera notable, trayendo consigo los dones espirituales y un profundo arrepentimiento. Esto marcó el nacimiento del movimiento pentecostal en Chile, un avivamiento que rápidamente se extendió por todo el país, cruzando denominaciones y transformando vidas.
Los Pioneros del Movimiento Pentecostal
Entre los protagonistas de este gran despertar espiritual estuvo el pastor Willis Hoover, un hombre profundamente comprometido con la obra de Dios, que guió con sabiduría y discernimiento a aquellos primeros creyentes hacia una relación más íntima con el Espíritu Santo. Su esposa, Marie Ann Louis Hilton, también jugó un rol crucial, siendo una mujer de fe y fervor incansable, acompañando a su esposo en la expansión del pentecostalismo en Chile.
Otra figura notable fue Elena Laidlaw, una mujer llena de fe, cuya vida de oración y su liderazgo espiritual fueron clave para mantener viva la llama del Espíritu en la congregación. Juntos, estos pioneros plantaron las semillas de lo que hoy conocemos como la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile.
El 12 de Septiembre de 1909
Este simbólico día se recuerda por los importantes sucesos que ocurrieron en Santiago. Para entender el contexto debemos señalar los tres cultos que tuvieron lugar en la capital: El servicio de la mañana en la Segunda Iglesia Metodista Episcopal; el servicio de la tarde en la población Montiel; y el servicio de la noche en la Primera Iglesia Metodista Episcopal.
Una de las protagonistas de estos eventos fue la hermana Elena Laidlaw, quien viajó a Santiago el día anterior (sábado 11) con el objetivo de visitar a su única hermana que se encontraba enferma, y quería aprovechar esta oportunidad para entregar un mensaje a las congregaciones de Santiago, que había recibido por medio de una revelación.
Una jornada en la mañana, tarde y noche en diversas congregaciones en las cuales se dió testimonio, entre algunos problemas, de la obra poderosa del Espíritu Santo en la Iglesia, que trajo un despertar en los hermanos.
Han transcurridos 115 años de tan simbólica jornada dominical, y por eso damos gracias al Espíritu Santo por este poder, maravilloso Poder!!
La Separación y Fundación de la IMP
Este avivamiento, sin embargo, al generar tensiones con la estructura de la Iglesia Metodista tradicional debido a la creciente manifestación de dones espirituales, como hablar en lenguas y profecías, no fue bien recibida por algunos sectores del metodismo, lo que llevó a una separación en 1910. Fue en ese año cuando se fundó oficialmente la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile, estableciendo una denominación independiente con un enfoque claro en el bautismo del Espíritu Santo y la obra continua del Señor en la vida de los creyentes. Desde ese momento, la IMP ha crecido de manera impresionante, expandiéndose por todo el territorio chileno y más allá, llevando el mensaje de salvación y la vivencia del Espíritu Santo a innumerables corazones.
Manteniendo Vivo el Fuego del Espíritu
Hoy, 115 años después, la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile sigue siendo un faro de luz para aquellos que buscan una relación viva y personal con Dios. Este aniversario es una oportunidad para recordar que el mismo Espíritu Santo que llenó de poder a los primeros creyentes en 1909, sigue obrando hoy en nuestras vidas.
¡Que este fuego nunca se apague! Que cada uno de nosotros continúe siendo un portador de la llama del Espíritu, buscando Su presencia con fervor, caminando en Su poder y extendiendo Su amor a aquellos que aún no lo conocen. Hoy, más que nunca, estamos llamados a mantener encendido el fuego del Espíritu Santo en nuestros corazones, viviendo una fe viva, ardiente y transformadora, como lo hicieron aquellos pioneros hace más de un siglo.
Departamento de Relaciones Públicas
Iglesia Metodista Pentecostal de Chile
Pers.Jurídica Nº 2148, 30/09/1929
Fuente: Hno. Pablo Villouta C.
Historiador y Escritor Cristiano | 
