SALUDO EN EL DÍA DE LOS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS
El trabajo es una bendición, porque la Biblia nos muestra en Génesis que Dios es el primer trabajador. El resultado glorioso de Su labor produjo la creación del universo y del ser humano y todo ello es realizado con excelencia. El modelo de trabajo desarrollado por el Señor incluye creatividad, diseño, orden, productividad y también un necesario tiempo de descanso y renovación.
El ser humano, hecho a imagen y semejanza de Dios, encuentra en el trabajo una vocación de servicio al prójimo, sustento digno para su familia y el desarrollo de una humilde mayordomía que reconoce que todo es de Dios.
Por esta razón, en este día especial, tengo a bien expresar mis mayores sentimientos de respeto y admiración por todos nuestros hermanos y hermanas que diariamente desempeñan sus labores con abnegación y sacrificio. También a mis amados consiervos, Pastores y Pastoras que ponen su mano en el arado sin mirar atrás.
Pido al Señor que bendiga el fruto de sus labores. Tanto de quienes recién comienzan en el mundo laboral, como también de quienes están prontos a retirarse, después de toda una vida de responsabilidad y honrado esfuerzo.
Muchas Felicidades en este Día Internacional de los Trabajadores y Trabajadoras.
“Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, Que anda en sus caminos.
Cuando comieres el trabajo de tus manos, Bienaventurado serás, y te irá bien.”
(Salmos 128:1-2)
Rev. Luis Quezada Orellana
Obispo Presidente
Iglesia Metodista Pentecostal
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