Marco históricoCuando el reloj de la historia daba las primeras campanas anunciando la llegada de siglo XX, el siglo de las luces, el de los espectaculares avances científicos y tecnológicos, el mundo despertaba también y las sociedades se aprestaban a transformarse de una manera tal como nunca lo habían experimentado, haciendo que sus procesos socioculturales y político-económicos cambiasen las vidas de sus miembros de manera irrevocable.
La sociedad chilena no fue ajena a esta realidad mundial, en las principales ciudades del país tenía lugar una actividad e importante vida social y cultural. Múltiples centros de formación y la reunión de grandes pensadores, maestros y escritores americanos situaban a Chile a la cabeza del continente en el campo intelectual. En lo religioso, sin embargo, imperaba una realidad muy diferente al gran desarrollo intelectual.
Orígenes del Movimiento Pentecostal
En los orígenes de este movimiento espiritual reconocemos que Dios en su amor, conocedor de los vientos de cambios radicales que soplaban sobre la deslumbrada y también afligida humanidad del siglo XX, previó enviar al Consolador, al Espíritu Santo, en forma poderosa, para que su iglesia tomara fuerza y, conforme lo expresara el Señor magistralmente por el Apóstol Pablo en la Epístola a los Romanos “….. Mas cuando el pecado abundo, sobreabundo la gracia (Romanos 5:20).
En 1906 un gran avivamiento se produjo en Los Ángeles y San Francisco (California, Estados Unidos); en 1907, en la India, en los asilos para niñas viudas de Pandita Ramabai; en Corea, China, Rusia, Hungría y Checoslovaquia, tuvieron lugar grandes manifestaciones del Espíritu Santo, que reunieron a miles y miles de creyentes, muchos conversos nominales, que solo vieron cambiadas sus vidas a la de fieles cristianos después de haber recibido este Poder Pentecostal.
Nuestra Iglesia Metodista Pentecostal, tuvo su origen en la Iglesia de procedencia extranjera denominada Iglesia Metodista Episcopal, cuando a raíz del denominado Avivamiento pentecostal chileno surgido en Chile y en dicha Iglesia a inicios del año 1909, sus autoridades decidieron no aceptar, las manifestaciones espirituales producidas por el mismo, similares a las que vivió en la antigüedad, la iglesia primitiva, cuyos acontecimientos se encuentran descritos según el relato bíblico en el libro de los Hechos de los Apóstoles, es así como producto de estas desavenencias, algunos de los integrantes de dicha iglesia pertenecientes a la primera y a la segunda iglesia Metodista Episcopal de Santiago, deciden abandonar su iglesia y reunirse en un sitio diferente, dando origen de esta manera, así en Chile a la primera iglesia evangélica protestante de origen nacional el día 12 de Septiembre de 1909, denominándose así misma, primero como Iglesia Metodista Nacional, contando para esa fecha con 2 iglesias en Santiago, una en la ciudad de Mulchén y otra en la Ciudad de Concepción, para posteriormente luego en febrero de 1910, decidir incorporar a la iglesia Metodista Episcopal de Valparaíso (Iglesia donde surgió el avivamiento pentecostal) y a su Pastor Rev. Willis Hoover como primer dirigente nacional de la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile investido con el cargo de Superintendente General. En 1929 a raíz de la libertad de culto, dictada por la carta magna de 1925, la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile mediante el decreto 2148, logra obtener su primera personalidad jurídica de derecho privado, siendo así reconocida ante la ley.
El crecimiento de la nueva iglesia evangélica fue notable a pesar de sus miembros ser sometidos a escarnio e incluso persecuciones antes de la separación de la Iglesia y el Estado por la constitución de 1925. Gracias a la prédica en las calles, el acompañamiento musical, predicas en las cárceles, hospitales, colegios, liceos y el acercamiento a las capas sociales más bajas de la población, se transformó paulatinamente en la principal iglesia evangélica de Chile, para la Gloria de Dios.
Autoridades
- Willis Hoover
- Obispo Pastor Manuel Umaña Salinas: 1950 - 1964
- Obispo Mamerto Macilla Tapia: 1965 - 1985
- Obispo Javier Vásquez Valencia: 1985 - 2003
- Obispo Roberto López Rojas: 2007 - 2014
- Obispo Mario Salfate Chacana: 2014 - 2020
- Obispo Luis Quezada Orellana: 2021
Hoy honramos la memoria de quienes ya han partido a los brazos del Señor, a miles de siervos y hermanos, que en el pasado enfrentaron las persecuciones vicisitudes y luchas con esperanza; a nuestros padres y abuelos que sembraron con lágrimas, pero con gozo efectuaron legado a las actuales generaciones, y una fe inspiradora en nuestro bendito Salvador. Mencionarlos a todos sería casi imposible, pero con hondo respeto los recordamos a través de nuestros Pastores y Obispos: Willis Hoover, Manuel Umaña Salinas, Mamerto Masilla Tapia, Javier Vásquez Valencia y por supuesto a nuestro querido y recordado Obispo Mario Salfate Chacana. ¡Grandes hombres de fe y valor!
La promesa de nuestro Señor Jesucristo “… y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amen” (Mateo 28:20), representado por el Santo Espíritu de Dios y que descendiera sobre los 120 que oraban unánimes en Jerusalén, ha sido y es poder y fuego espiritual constante, que impide que la iglesia sucumba ante el crecimiento del pecado, que como nunca antes en la historia ha tenido tanta tribuna, influencia y alcance, especialmente gracias al desarrollo de las comunicaciones y tecnología, trastocando los valores morales cristiano, las buenas maneras de convivencia social y aun desintegrando las familias.
Hoy, cuando han transcurrido ciento doce años de este inolvidable derramamiento en el pueblo pentecostal chileno, decimos ¡Gracias Espíritu Santo!, porque desde el norte altiplánico hasta la austral Región de Magallanes, hemos sido testigos del amor inmensurable e inmerecido del Dios Altísimo, bendecidos por medio de Jesucristo, para que nadie se pierda.
Hoy, nos embarga un profundo regocijo en el Señor. ¡Aquí estamos, por misericordia, los herederos del Gran Avivamiento! ¡Aquí estamos en todo el país para proclamar: ¡Que grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros! Y repetir con más fuerzas que ayer “FIRMES Y ADELANTE HUESTES DE LA FE, SIN TEMOR ALGUNO, QUE JESUS NOS VE”.
La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo permanezcan en su Iglesia.
¡Cristo Vive, Reina y Pronto Viene!
Dpto. de RR.PP. IMP de Chile
12 de septiembre de 2021
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